domingo, 25 de noviembre de 2012

Dublín, buscando un rincón en el mundo.


Aquí estoy, en Dublin, compartiendo aventura con la mayoría de los jóvenes españoles, ya que os puedo asegurar que esta idea de marcharme a buscar fortuna y gloria fuera de las fronteras de mi país no se me ha ocurrido a mí solita, para no ir más lejos, ya en el aeropuerto de barajas tres chicos que estaban detrás de mí en la cola del embarque iban a Dublin con la misma intención. La emigración, ese gran proyecto que puede acabar en gran fiasco. Cruzaré los dedos, ya que todo lo malo se pega y yo he heredado de Sicilia la superstición. A ver si hay suerte.
Llegué hace unos 15 días con poco más que mi billete en la mano y el corazón lleno de curiosidad. Air Lingus no está mal como compañía, por lo menos no te dan la murga como los de Ryanair con el tema de meter el bolso en la maleta de mano, lo cual me saca de quicio, y además no han tenido por el momento ningún aterrizaje de emergencia.
Hay una compañía de buses que llevan desde el aeropuerto a varios puntos en el centro de Dublin por tan solo 6€, se llama Airlink (http://www.dublinbus.ie/PageFiles/7285/Airlink%20Brochure.pdf). Por mi parte, dada la condición de mi espalda, reservé por internet un traslado privado, me costó 30€, que bien los vale mi columna y no me parece nada caro, de los cuales pagué 4€ por adelantado y el resto al llegar a destino. La página se llama http://www.dublin.es/traslados/. El conductor fue muy amable y me comentó un montón de cosas útiles de la ciudad.
He cogido una habitación en un hostel y estoy bastante contenta.
Estoy muy cerquita de O'Connell Street, una calle comercial pero con precios asequibles. Precisamente allí he descubierto Pennys... Un auténtico peligro. Hoy mismo me he comprado un gorro de lana (o eso parece) por 2,5€. El río Liffey divide en dos la ciudad, la zona norte, la cual en teoría es una parte más "pobre" en comparación con la zona sur que es más pijilla. Así que en las inmediaciones de O'Connell las tiendas no tienen unos escaparates tan elegantes como en Grafton Street pero los precios son infinitamente más apetitosos.
Por el momento la comida me parece bastante triste, ya que uno de los productos estrella son las patatas, que a mí ni fu ni fa y otro de los platos favoritos es el estofado de carne, que tampoco me dice mucho particularmente. Pero bueno, eso es cuestión de gustos.
Para ahorar me compro la comida en el Tesco o el Lidl que, por lo que me dicen, son los supermercados más baratos. Hoy he cometido el sacrilegio de prepararme unos gnocchi en la tetera de la habitación... Después me di cuenta de que tampoco tenia platos, qué previsora que soy, así que me los serví en un vaso y añadí el pesto.
Encontrar habitación en esta ciudad es un trabajo full time en sí mismo ( os recomiendo www.daft.ie). Hay mucha demanda para poca oferta y la competencia es despiadada. Ya he perdido la cuenta de la cantidad de pisos que he visto en estos días y las entrevistas son como las de trabajo, en algunos sitios te piden hasta referencias. Antes de marcharte añaden tu nombre y móvil a una lista y te dicen: -ya te llamaremos con la respuesta-. Y olvidaros de encontrar algo económico...una habitación en el centro no baja de los 600€... A no ser que quieras compartir habitación, lo cual considero una experiencia fuera de discusión a mis treinta y pico.
Bueno, mi pensamiento va hacia aquellas personas que realmente vienen aquí buscando una vida mejor desesperanzados por la falta de trabajo en España y no encuentran un lugar donde estar. Al fin y al cabo, a mí si me hinchan las narices me piro y aquí paz y gloria, pero... Qué pasa con quien no tiene opción?

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