martes, 16 de octubre de 2012

Nunca unas pulgas fueron tan atractivas...

 
 
 
Lo que yo llamo un domingo perfecto: amigos, unos mejillones acompañados de una copita de vino francés y pasar el día rebuscando por el Mercado de las Pulgas (Marchè au Puces)...
Es muy fácil, bájate del metro en la parada de la linea 4 de Porte de Clignancourt y sigue la corriente de la masa que se dirige por entre los primeros puestecillos hasta el corazón de esta miniciudad dentro de la capital francesa. Formado por 15 mercados, cada uno de ellos posee un alma propia: ropa y artilugios vintage, anticuarios, comerciantes, artesanos, diseñadores industriales... Y lo más divertido: un millón de porquerías donde bucear a gusto. 
 
 




Este mercado es toda una institución, conocido como uno de los mercados de antigüedades más grandes del mundo, 7 hectáreas y más de 2.000 expositores están a nuestra disposición. Comenzó a hacerse famoso en el mundo entero cuando a principios del siglo XX algunos periódicos publican artículos donde se sugiere que expertos coleccionistas había encontrado antigüedades realmente importantes entre el caos de las pulgas.



Es un auténtico laberinto, así que os aconsejo que antes de ir echéis un vistazo al mapa del mercado que encontraréis en la recepción de muchos hoteles o en las propias oficinas de información turística de París. Otra opción es bajarse la audioguía o seguir algunos de los paseos temáticos (vintage, música, anticuariado, etc) que nos sugieren en la página web de las Pulgas.



Otra cosa que os aconsejo y que no deberíais perderos todos aquellos que como para mí, la comida es una de las cosas más importantes del mundo ;) es comer en uno de los lugares típicos que encontráis en el interior del mercado. Les Relais des Brocs es uno buen ejemplo. El clásico de los domingos en las Pulgas es un menú sencillo a base de mejillones y una quiche acompañados de vino tinto.


 
Aquí estoy yo mirando la carta mientras se me cae la baba...
 
 

Y por supuesto si sois unos fanáticos de la ropa vintage que ahora está tan de moda, este es vuestro lugar: vestidos de los años 20, 40, 50, 60, bisutería, sombreros, todo tipo de complementos e incluso miles de detalles como botones, broches, etc, para customizar vuestras prendas y que parezcan salidas del armario de la abuela.


 
 
Otros que van a gozar de lo lindo son los amantes de la música y sobre todo los más nostálgicos porque aquí el vinilo está más vivo que nunca. Cárgate de paciencia y prepárate para horas y horas de rebusqueo que seguro tendrán su recompensa con algún album que ya dabas por perdido.

 
 
 
Hay un pequeño tesoro dentro de este mercado para los que aman el olor a polvo de las estanterías cargadas de volúmenes antiguos, donde no se oye un ruido, donde parece que el tiempo se detenga mientras tus ojos casi no abarcan tanto libro interesante junto. Es la Librairie de l'Avenue...
 
 


Por último, al final del mercado, se encuentra el verdadero Mercado de las Pulgas, donde todo está todavía "calentito" y justo cuendo no das crédito pensando que a alguien pueda interesarle esa cantidad de porquería reunida, es cuendo tus ojos se paran en una pen drive nuevecita y de diseño.


 Esto es el Mercado de las Pulgas... ¡Hagan una oferta! veremos de llegar a un acuerdo con el precio...

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